En el post de hoy
queremos, como siempre, aportar conocimientos generales sobre Microbiología.
Sin embargo, hoy lo haremos de una forma diferente.
Os contamos una prácticas llevada a cabo por alumnos de Microbiología del Grado de Farmacia de la Universidad de Navarra. En ellas, se plantearon dos proyectos experimentales diferentes: uno centrado en el estudio del proceso de fermentación y otro en el estudio de enjuagues bucales.
Antes de entrar al laboratorio, se plantean una serie de cuestiones relacionadas con el tema para que el alumno, ya con micropipeta en mano, tenga una idea más clara de lo que está haciendo en el laboratorio y sobre todo, del porqué.
Os contamos una prácticas llevada a cabo por alumnos de Microbiología del Grado de Farmacia de la Universidad de Navarra. En ellas, se plantearon dos proyectos experimentales diferentes: uno centrado en el estudio del proceso de fermentación y otro en el estudio de enjuagues bucales.
Antes de entrar al laboratorio, se plantean una serie de cuestiones relacionadas con el tema para que el alumno, ya con micropipeta en mano, tenga una idea más clara de lo que está haciendo en el laboratorio y sobre todo, del porqué.
Hoy hablaremos
del segundo proyecto: ENJUAGUES BUCALES.
EL objetivo de este proyecto era estudiar la eficacia de los enjuagues bucales así
como conocer su mecanismo de acción. Las cuestiones planteadas hacían
referencia a los siguientes conceptos: antisépticos, microbiota bucal,
composición de los enjuagues bucales, etc.
En el post de hoy
tratamos estas cuestiones con la ayuda de algunos alumnos. Lo que hemos hecho ha sido seleccionar algunos de los trabajos entregados y, con su permiso, los hemos
utilizado como fuente de información.
Por ello queremos
dar las gracias a todos los alumnos de 2º de Farmacia de la Universidad de
Navarra por el gran trabajo realizado en el laboratorio y especialmente a Itziar
Álvarez, Blanca Bosch, Raquel Arriazu e Íñigo Aparicio por su colaboración para
realizar de este post.
¿Qué son y para que sirven los enjuagues bucales?
Un antiséptico o desinfectante es toda aquella sustancia que inhibe
el desarrollo de los microorganismos patógenos o los mata. Las sustancias
antisépticas se aplican sobre tejidos vivos mientras que los desinfectantes se
aplican sobre superficies inertes.
Los antisépticos engloban una amplia lista de compuestos con función
antibacteriana, entre los que se encuentran los enjuagues bucales.
Según la Farmacopea, los enjuagues bucales son preparaciones bucales
que contienen uno o más principios activos con efecto local o general,
destinadas a refrescar, desodorizar, o realizar asepsia o limpieza en la
cavidad bucal.
La cavidad bucal
forma parte del sistema digestivo, está relacionada con procesos como la
respiración, el lenguaje o la recepción del sentido del gusto. Dada la
importancia de todas las funciones que desempeña, cuidar nuestra salud bucal es
fundamental, aunque muchas veces se descuida. La microbiota bucal es el
conjunto de microorganismos (bacterias, protozoos, hongos) localizados en la
cavidad bucal y es una de las más complejas y variadas del cuerpo humano. En un
mililitro de saliva pueden llegar a encontrarse hasta 100 millones de bacterias
de más de más de 300 especies diferentes, de las cuales solo 20 actúan como
residentes (microbiota normal). Así, encontramos mayoritariamente cocos Gram
positivos anaerobios facultativos (Streptococcus viridans, S. mutans, S.
sanguis, S. salivarius, S. oralis o S. mitis), cocos Gram negativos
(Neisseria y Veillonella) y bacilos Gram positivos (Actinomyces,
Lactobacillus, Bifidobacterium, etc.)
Las enfermedades en
la cavidad bucal aparecen cuando hay algún desequilibrio en la microbiota
normal. Algunos de los factores que intervienen en ese balance son: humedad,
pH, temperatura, integridad de la mucosa, descamación de las células, saliva,
etc. Entre las patologías bucales más comunes encontramos caries y placa
dental, gingivitis, periodontitis y hipersensibilidad dentinaria.
Las formulaciones de los
enjuagues bucales pueden incluir varios principios activos, entre los
que destacamos:
Clorhexidina: Antiséptico de amplio
espectro de actividad antimicrobiana frente a bacterias, hongos y levaduras.
Actúa permeabilizando la membrana bacteriana
Cloruro de
cetil piridinio:
Derivado del amonio cuaternario, ejerce su acción antiséptica por ser un
surfactante de tipo catiónico, alterando la permeabilidad de la membrana
microbiana.
Lisozima: enzima antibacteriana que
rompe el peptidoglicano de la pared celular lo que conlleva la entrada masiva
de agua que hincha la célula produciendo su lisis. Además, es una potente
proteína catiónica que desestabiliza membranas, incluyendo la envoltura de
virus.
Flúor: Ayuda a fortalecer las
encías y prevenir la gingivitis. Además evita la adherencia de la placa sobre
el diente gracias a su carga iónica y estimula la remineralización del esmalte
descalcificado evitando la formación de caries.
Además, este tipo de
preparaciones pueden contener conservantes antimicrobianos y otros excipientes
adecuados, tales como espesantes, emulsionantes, reguladores del pH,
humectantes, solubilizantes, estabilizantes, aromatizantes y edulcorantes.
Así que no lo olvidéis. La
boca es una de las principales vías de contacto de nuestro organismo con el
exterior. Por lo tanto, la microbiota bucal es un importante componente que
debemos cuidar para mantener una buena salud, pues contribuye al funcionamiento
del sistema inmune y proporciona resistencia frente a la colonización de
agentes patógenos.
Para acabar y como
curiosidad, el día mundial de la salud bucodental se celebra
el 20 de marzo. Aunque recordad que la higiene de tu boca es una prioridad del
día a día.
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