Fuente: Unicef
Hoy
es el Día Universal del Niño. La fecha conmemora dos eventos que
tuvieron lugar un 20 de noviembre: La aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1954 y la Convención sobre los Derechos del
Niño 35 años después,
en 1989. Ambas cartas hacen referencia a aspectos básicos de la vida del niño,
en cuanto a educación, seguridad, salud… Esta última está relacionada con la
temática de nuestro blog así que hemos decidido hacer un pequeño viaje
alrededor de lo que dicen las diferentes organizaciones sobre este tema.
El
artículo 24 de la Convención de los Derechos del Niño habla sobre la salud
infantil. En él se proponen varios objetivos relacionados con la prevención, la
información y educación, el tratamiento, la asistencia sanitaria y la
cooperación internacional con el objetivo de reducir la mortalidad. El artículo
completo dice lo siguiente:
Artículo 24
- Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios.
- Los Estados Partes asegurarán la plena aplicación de este derecho y, en particular, adoptarán las medidas apropiadas para:
- Reducir la mortalidad infantil y en la niñez;
- Asegurar la prestación de la asistencia médica y la atención sanitaria que sean necesarias a todos los niños, haciendo hincapié en el desarrollo de la atención primaria de salud;
- Combatir las enfermedades y la malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante, entre otras cosas, la aplicación de la tecnología disponible y el suministro de alimentos nutritivos adecuados y agua potable salubre, teniendo en cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente;
- Asegurar atención sanitaria prenatal y postnatal apropiada a las madres;
- Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños, conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos conocimientos;
- Desarrollar la atención sanitaria preventiva, la orientación a los padres y la educación y servicios en materia de planificación de la familia.
- Los Estados Partes adoptarán todas las medidas eficaces y apropiadas posibles para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños.
- Los Estados Partes se comprometen a promover y alentar la cooperación internacional con miras a lograr progresivamente la plena realización del derecho reconocido en el presente artículo. A este respecto, se tendrán plenamente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo.
La
declaración no entra en los causantes de la enfermedad y mortalidad infantil.
En este artículo de la OMS mencionan los principales peligros para la salud de los niños.
En 2011 murieron en torno a 6,9 millones de menores de 5 años, de los cuales la
mayoría podrían sobrevivir si tuvieran acceso a intervenciones simples y
asequibles.
El
riesgo es mayor durante el primer mes de vida. La mayoría son problemas
relacionados con el parto, y entre ellos, infecciones. Pasado este mes y hasta
los cinco años las principales causas de muerte son la neumonía,
la diarrea, el paludismo, el sarampión y la infección por VIH. Cerca de dos
tercios de las muertes infantiles son prevenibles con intervenciones prácticas
de bajo costo:
- La principal causa de muerte en menores de cinco años es la neumonía. Se estima que para este año 2015 matará a unos 922 000 niños. La neumonía puede deberse a una infección por virus, bacterias u hongos. Ésta se puede prevenir combatiendo los principales factores de riesgo, en particular la malnutrición (se puede prevenir mediante la lactancia) y la contaminación del aire de interiores. Su tratamiento requiere de oxígeno, y en el caso de las neumonías bacterianas, de antibióticos.
- Las enfermedades diarreicas son una de las principales causas de enfermedad y muerte en niños de los países en desarrollo. Pueden ser causadas por bacterias, virus o parásitos. El acceso a agua potable y el saneamiento de agua permiten disminuir el contagio. La lactancia materna previene frente a la diarrea en los niños pequeños. El tratamiento con sales de rehidratación oral y suplementos de zinc es seguro, rentable y puede salvar la vida.
- Algunas neumonías, enfermedades diarreicas o el sarampión son prevenibles mediante la vacunación. En este blog ya hemos hablado previamente (Aquí y aquí) sobre iniciativas como Gavi, Path o la Fundación Bill y Melinda Gates y su implicación en el desarrollo y aplicación de vacunas allí donde se necesitan.
Fuente: Unicef
- En el caso del paludismo, que recordemos que necesita de la picadura del mosquito anopheles, el simple uso de telas mosquiteras impregnadas en insecticida (como las de la foto) disminuye su transmisión. En los últimos años se ha desarrollado una primera vacuna contra la malaria RTS,S. La OMS aún requiere más estudios antes de valorar su aprobación, pero independientemente, esta candidata ya supone un gran avance hacia una vacuna definitiva.
- En el 90% de las infecciones en niños, el VIH es transmitido a través de la madre. El empleo de terapias antirretrovirales reduce la carga viral en sangre. Esto, junto con prácticas seguras en el parto y la alimentación, pueden disminuir las posibilidades de contagiar al niño.
- Por último, hay que tener en cuenta que la malnutrición contribuye a más de un tercio de la mortalidad infantil. Por aquí también se puede atajar el problema. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
Muchas de las medidas descritas se van aplicando y en los últimos años se han conseguido disminuir hasta cierto nivel algunas enfermedades, como en el caso de las diarreicas. No obstante aún queda mucho trabajo por hacer hasta que muchos países consigan cumplir los puntos descritos en el artículo 24. Y la investigación en nuevas vacunas y tratamientos efectivos y asequibles permitirán reducir todavía más estos niveles en un futuro.
No olvidemos que como dicen en los Simpsons: “los niños son el futuro”.
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